Una empresa dedicada a vender tiempos compartidos se encontraba en un momento muy especial de su historia: reconocer a sus empleados por todos los años que llevan colaborando con ellos. Al encontrarse con la necesidad de salirse del típico reconocimiento de vidrio o una placa que al llevarla a tu casa no sabes realmente qué hacer con ella, decidieron tomar otro camino y buscarnos a nosotras, por lo cual estamos sumamente agradecidas. Al compartirnos su visión, creamos para ellos una serie de Alas de madera, de diferentes colores dependiendo de los años que llevaran en la empresa: fueran 10, 15, 20 o la única y hermosa ala dorada para esa persona que lleva ya 3 décadas colaborando con ellos. Fue un placer trabajar con esta empresa y nos sentimos sumamente satisfechas con nuestro trabajo.