Hay lugares que se reconocen por una pieza central que te hace recordar siempre ese lugar. Así como “¿te acuerdas de la oficina que tenía esa escultura de madera increíble?”. En eso se convirtió Clara, nuestra rinoceronta de 200 kg de madera, que ahora ocupa un espacio sumamente especial en una oficina de la Condesa.
Esta fue una pieza pensada para llamar la atención. No solamente por su forma física, sino por su historia. Su diseño está inspirado en Clara, el quinto rinoceronte que llegó a Europa. Era un animal tan extraordinario que al llegar a Rotterdam en 1741, la gente pensaba que era un dinosaurio. Con esta idea, decoramos a Clara con marcas de sellos postales, haciendo alusión al recorrido que hizo al viajar de la India a Europa.
Por lo tanto, ya no solo se presenta como una pieza central en un espacio, sino que incluso se convierte en un nuevo tema de conversación.